jueves, 31 de diciembre de 2015

Delicias de Elche, y Feliz Año 2016


Un día más, acudo a mi cita con vosotros. En esta ocasión os presento una receta muy sencilla, que os hará quedar como reyes ante vuestros invitados, y que no tiene ni la más mínima dificultad. 

Se trata de un pincho o entrante que recibe el nombre de Delicias de Elche, aunque también hay quien lo llama dátiles con bacon, que es lo que realmente son estos pinchos.

Os dejo ya con la receta propiamente dicha:

Ingredientes (para 4 personas):

-20 lonchas de panceta curada
-20 dátiles
-20 almendras enteras tostadas

Preparación:

Primero deshuesamos los dátiles, y en la cavidad del hueso ponemos una almendra y cerramos. Así con todos los dátiles. A continuación, extendemos una loncha de panceta, ponemos en un extremo un dátil, enrollamos hasta el final y atravesamos por el medio con un palillo.

Repetimos la misma operación hasta terminar de envolver todos los dátiles.

Por último ponemos una sartén al fuego y vamos dorando los rollitos primero por un lado y luego por el otro. Finalmente emplatamos y listos para servir, mejor en caliente, que están más ricos.

Bueno, como veis es una receta muy fácil, rápida y deliciosa. Los que os guste el contraste de sabores dulce-salado, os encantará seguro. Si no la conocíais os animo a que la pongáis en práctica, ya veréis como repetís.

Y llegados a este punto, solo me resta daros las gracias por visitarme y acompañarme en esta aventura blogueril que inicié allá por el mes de julio de este mismo año. Para mí el 2015 ha resultado un año agridulce, en el mes de marzo perdí a mí tía María, a la que su hermana (mi madre) no pudo despedir debido a la enfermedad mental que padece…, perdí también a tres de mis mascotas, dos perritas: mi siempre adorada Pitita y la pobre Leticia que recogí abandonada hace unos años y estaba ciega. También a Chechu, nuestro perro “guardián”, siempre alerta ante la presencia de intrusos. 

Mi recuerdo para todos ellos, y como no, para los seres queridos que un día se fueron, en especial para mi padre, cuya ausencia siempre duele y en estos días más.

Por contra, también ha sido un año positivo en otros aspectos, he logrado algunos sueños que llevaba acariciando desde hace tiempo, el blog es uno de ellos. En definitiva ha sido un año vivido intensamente, tanto en lo bueno como lo malo, pero de eso se trata.

Al nuevo año, a nivel personal, le pido que mi madre siga como hasta ahora, que su salud no se deteriore más de lo que está, y también que las personas que quiero y me quieren tengan salud y sean felices. Un deseo que hago extensivo a todos los que me visitáis. 

De corazón os deseos a todos ¡FELIZ AÑO 2016!

jueves, 24 de diciembre de 2015

Feliz Navidad 2015


En un día tan señalado, no quería faltar a mi cita con vosotros. En esta ocasión no es para mostraros una nueva receta de cocina, sino por otros motivos.

En primer lugar, para daros las gracias por seguirme. El blog está siendo para mí como una ventana al mundo, un nexo de unión con personas maravillosas que comparten conmigo la afición por la cocina. Comprobar que algunas de esas personas, a las que llevaba siguiendo desde hace años, y que pese a no conocerlas las sentía casi como de mi familia, me visitan a menudo, me enorgullece enormemente. Formar parte de este gremio es para mí todo un honor. 

En ese sentido he de dar las gracias de un modo especial a Chus, del blog siguiendo a nenalinda, porque me invitó a la reunión anual de blogueros gallegos que este año se celebró en Pontevedra. Gracias Chus, ¡eres un encanto!

En segundo lugar, desde el rincón navideño de mi casa, quiero desearos a todos los que me seguís, unas Felices Fiestas. Estos son días muy emotivos y entrañables para la mayoría, pero son también especialmente difíciles para quienes atraviesan malos momentos.

Sabed que las personas más bellas son aquellas que han conocido la pérdida, la derrota y el sufrimiento, y han conseguido salir de la profundidades. El dolor nos cambia, nos vuelve más sensibles y humanos. Tal vez ya nada vuelva a ser como antes, quizás habremos perdido muchas cosas por el camino, pero a cambio habremos madurado y crecido como personas. Que el espíritu de la Navidad os acompañe siempre y os dé fuerzas.

A todos, ¡FELIZ NAVIDAD 2015!

lunes, 21 de diciembre de 2015

Tronco de Navidad relleno de nata


Las dos últimas entradas han sido recetas navideñas cargadas de tradición, y la de hoy no es menos. El Tronco de Navidad, tiene también su historia.

El origen de este dulce está ligado a la tradición precristiana, de quemar en el hogar un tronco grande de leña, que debía arder tres días como mínimo, y se quemaba para celebrar el solsticio de invierno y el nuevo fuego del año a punto de comenzar.

Más tarde, motivado por los cambios sociales que tuvieron lugar durante los siglos XVIII y XIX, las ciudades experimentaron un auge importante, y en los hogares se extendió el uso de las estufas en lugar de las chimeneas, lo cual obligó a modificar el rito y sustituir el tronco de leña por un dulce que lo simulara.

En definitiva, se trata de un dulce cargado de simbolismo y tradición, que en contra de lo que pueda parecer es muy fácil de elaborar. Quizás sea un poco trabajoso, pero complicación no tiene ninguna. Básicamente es como hacer un brazo de gitano, sólo cambia la decoración.

En esta ocasión he optado por un relleno muy sencillo, simplemente nata montada. Lo más tradicional es un relleno a base de castañas o de turrón. También se podría rellenar de crema pastelera por ejemplo, pero como a mí me encanta la combinación de nata con chocolate esta vez lo hice así. La próxima vez que lo haga, cambiaré el relleno y subiré de nuevo la receta, pero de momento os dejo con ésta.

Ingredientes:

Para el bizcocho (en un molde de 40 cm. de largo y 35 cm. de ancho)
-6 huevos
-60gr. harina floja de repostería
-90gr. azúcar
-una pizca de sal

Para el relleno
-500ml de nata líquida para montar (con más de 35% de M.G)
-200gr. azúcar

Para la cobertura
-300gr. de chocolate con leche (yo uso Lindt)
-20gr. de mantequilla
-90gr. de leche entera ó nata líquida

Preparación;

En primer lugar vamos a elaborar un bizcocho genovés, para ello separamos en dos cuencos las yemas de las claras. A continuación batimos las yemas hasta que blanqueen y doblen el volumen, y las reservamos.

Aparte, añadimos una pizca de sal al cuenco de las claras y con unas varillas eléctricas vamos batiendo, e incorporando en varias veces el azúcar, hasta que las claras estén a punto de nieve. 

A continuación incorporamos poco a poco las yemas al recipiente de la claras sin dejar de batir, y cuando esté todo integrado añadimos la harina previamente tamizada, también en varias veces y realizando movimientos suaves y envolventes. 

Con la harina no hay que batir mucho, sólo lo necesario para que se integre en la mezcla y nada más.

Después pasamos la masa del bizcocho a una bandeja de horno, sobre papel sulfurizado, e introducimos en el horno, previamente calentado a 180º calor arriba y abajo, durante unos 12 minutos aproximadamente, hasta que al pinchar con un palillo, éste sale limpio.

Cuando el bizcocho esté hecho, lo sacamos del horno, y en caliente, colocamos encima de él un paño de cocina húmedo, que esté bien limpio, y enrollamos el bizcocho sobre sí mismo, por la parte más ancha, y reservamos hasta que enfríe.

Mientras el bizcocho enfría, aprovechamos para montar la nata. Para que obtenga mayor consistencia y sea más firme debemos utilizar una nata que tenga un porcentaje de grasa superior al 35%, y para que monte bien y más rápido, conviene que tanto la nata como el recipiente en el que la vamos a batir, estén muy fríos. Para montarla simplemente añadimos el azúcar y con las varillas eléctricas batimos hasta que la nata esté montada.

El siguiente paso, consiste en desenrollar el bizcocho, extender la nata por encima, y volver a enrollar sobre sí mismo. Luego con un cuchillo cortamos un trozo del pastel de unos 7cm. de largo, y éste a su vez lo cortamos diagonalmente en dos partes.

Finalmente preparamos la cobertura de chocolate, para ello ponemos en un recipiente al baño María todos los ingredientes, y cuando el chocolate esté derretido, apartamos del fuego, y dejamos que entibie.

Después sólo nos queda decorar el pastel dándole forma de tronco de leña, para ello lo trasladamos a una bandeja sobre blonda, y por los laterales colocamos papel de aluminio para que luego al echarle la cobertura de chocolate por encima no se ensucie la blonda porque eso estropearía la presentación final. 

Luego con una cuchara vamos cubriendo todo el pastel con el chocolate. Los dos trozos pequeños que habíamos cortado los pegamos en la parte de arriba como veis en la foto, simulando unas ramas, y luego antes de que la cobertura se endurezca, cogemos un tenedor y formamos unos pequeños surcos creando el aspecto de una corteza de árbol.

El último paso es espolvorear un poco de azúcar glas por encima (opcional) simulando la nieve, y decorar con algunos artículos navideños si así lo deseamos. 

Después sólo queda retirar el papel de aluminio que habíamos puesto para proteger la bandeja y evitar que se ensuciara, y listo para lucirlo en la mesa.

Yo en esta ocasión no he puesto almíbar al bizcocho, porque lo hice el día anterior, y la nata ya lo va humedeciendo pues se trata de un bizcocho que es súper ligero, que absorbe la humedad como si se tratara de una esponja, pero si lo preparáis para servir pronto, entonces conviene echarle por encima un poco de almíbar con un pincel de cocina, pero sin excederse. 

El almíbar se prepararía echando en un cazo 1 vaso de azúcar, 1 vaso de agua, corteza de una naranja  (bien lavada previamente y sin nada de parte blanca), y si no hay niños un chupito de un licor (cointreau, brandy, ron, whisky...). Ponemos el cazo al fuego, dejamos que hierva a fuego bajo unos 10 minutos, luego apagamos el fuego, esperamos a que enfríe, y listo para utilizar (el almíbar sobrante lo podéis guardar en el frigorífico para otra ocasión, ser conserva bastante tiempo)

Espero que os haya gustado. Un beso

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Galletas de mantequilla con glasa para Navidad


Aunque la decoración de galletas es una técnica que está en auge, su origen se remonta al s. XIV, cuando en Suiza, Austria y Alemania se empezaron a tallar en madera, moldes de galletas para imprimir en ellas motivos bíblicos.

El molde con el que se cortaban las galletas se llamaba springele, y el más antiguo está en el museo Naciconal Suizo de Zúrich. Es un molde redondo, tallado en madera y representa el cordero pascual.

En la actualidad, se ha sustituido la madera de antaño, por el metal y el plástico, para la fabricación de los moldes cortapastas, y los hay de múltiples formas y temáticas. En mi caso, y dado que estamos en fechas previas a la Navidad, he utilizado para esta entrada dos moldes con motivos típicamente navideños; los renos y los copos de nieve.


Ingredientes:

-400gr. de harina de repostería
-200gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-1 huevo
-1 yema de huevo
-120gr. de azúcar
-1 cucharada de vainilla líquida
-1 pizca de sal

Para la glasa de escritura:
-1 clara de huevo 
-200gr. de azúcar glass
-5 gotas de vinagre de manzana
-colorantes alimentarios (opcional)

Preparación:

Tamizamos la harina sobre la encimera. Hacemos un hueco en el centro como si fuera el cráter de un volcán, en él echamos los restantes ingredientes: la mantequilla cortada en daditos, el huevo, la yema, el azúcar, la cucharada de vainilla y la sal. 

Con las manos bien limpias amasamos el conjunto hasta formar una masa homogénea. No hay que amasar mucho tiempo, sólo el necesario para que se integren bien todos los ingredientes, y luego formamos una bola y la dejamos reposar durante una hora, cubierta de papel film.

A continuación cortamos una lámina de papel film, la estiramos sobre la encimera, y ponemos en el centro la masa, por encima ponemos otra lámina de papel film, y después con un rodillo de cocina aplanamos hasta que la masa quede de un grosor de unos 3mm. Luego retiramos la lámina de plástico de arriba, y con los moldes cortapastas vamos haciendo las galletas y las colocamos en la bandeja del horno,  sobre papel sulfurizado.

A continuación con el horno previamente calentado a 180º con calor arriba y abajo, las horneamos por espacio de 12 minutos aproximadamente, cuidando de que no se doren en exceso.

Finalmente las sacamos del horno, y las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de decorarlas.

Mientras las galletas enfrían, preparamos la glasa, para ello batimos la clara ligeramente y luego vamos añadiendo el azúcar glass poco a poco, sin dejar de batir. Nos quedará una pasta de una consistencia parecida a la pasta de dientes.

Cuando todo el azúcar esté integrado, añadimos las gotas de vinagre, batimos un minutos más y ya tenemos la glasa de escritura, también llamada glasa de delineado, lista.

En caso de querer colorear la glasa, dividimos la glasa original en tantas partes como colores queramos aplicar, después con un palillo vamos añadiendo los colorantes elegidos poco a poco hasta obtener el tono deseado, y finalmente echamos la glasa en una manga con una boquilla fina y lisa.


Para aplicar la glasa, empezaremos pegando la boquilla a la galleta, apretamos un poco, y levantamos hacia arriba formando un ángulo de unos 45º, presionando siempre de manera suave y constante sobre la manga, y avanzamos llevando el cordón de glasa en el aire en todo momento, hasta llegar al final, que de nuevo pegamos la boquilla a la galleta y retiramos.

Personalmente pienso que la decoración de galletas es todo un arte, y como tal necesita una destreza, la cual sólo  se consigue con tiempo y paciencia. De todos modos no se trata de hacer unas galletas perfectas, lo importante es que sean sabrosas y  pasar una rato divertido en la cocina. 

Con el tiempo y a medida que vayamos dominando la glasa, los resultados irán mejorando poco a poco. Aquí como en casi todo, la experiencia es un punto a favor.

Un saludo.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Panettone en panificadora


El Panettone es un clásico de la Navidad, su origen se atribuye a un tal Toni, que era un pinche en la cocina de Ludovico Sforza, también conocido por su apodo, Ludovico el Moro, el cual fue duque de Milán.

Al parecer en la vigilia de Navidad, al jefe de cocina de los Sforza se le quemó el bizcocho que había preparado para el convite ducal, y entonces el pinche Toni, en un acto de generosidad, decidió utilizar la masa de pan que había preparado para consumir él mismo ese día, y le añadió huevos, azúcar y frutas confitadas, amasó de nuevo el conjunto y tras un nuevo levado de la masa final, la horneó y el resultado fue un pan tan exquisito que todos los comensales lo alabaron, y el duque en homenaje y reconocimiento a su creador, lo denominó Panettone, es decir, Pan de Toni.

Al margen de que sea o no cierto, no deja de ser una historia curiosa, en cualquier caso lo que sí parece indiscutible es que desde la Edad Media era costumbre preparar por Navidad un pan más rico que el consumido a diario, así que no es extraño que le añadieran a la receta original otros ingredientes como huevos, mantequilla, azúcar, frutas confitadas, frutos secos, etc.

Desde luego si lo que buscaban era un pan rico, el Panettone lo es y mucho, y en contra de lo que pueda parecer es muy fácil de preparar con los medios que tenemos hoy en día a nuestro alcance. También se puede amasar a mano, pero para que salga esponjoso es necesario un amasado largo y a mano resulta un trabajo un tanto pesado. 

Yo he utilizado la panificadora en el programa que solo amasa y que en mi panificadora tiene una duración de 20 minutos. He amasado por espacio de una hora, lo cual significa que una vez finalizado el programa lo he iniciado dos veces más para completar la hora. Podéis amasar algo menos de una hora, pero menos de 45 minutos no os lo recomiendo.

La receta que os propongo es la que vengo utilizando últimamente, porque desde que la probé me gustó tanto el resultado que ya no experimenté con otras, y además tiene la ventaja de que no necesitamos elaborar una masa madre, y por tanto sólo hay un levado, con lo cual el proceso de elaboración se simplifica bastante.

Os dejo ya con la receta, y os animo a que la probéis, porque seguro que vais a triunfar igual que Toni, jeje.

Ingredientes (para 2 unidades):

-100 gr. de leche entera
-180 gr. de azúcar
-10 gr. de sal
-4 huevos de tamaño mediano
-60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-1 cucharada de agua de azahar
- la piel rallada de una naranja
-600gr. de harina de fuerza
-25 gr. de levadura prensada de panadería (ó un sobre de 9 gr.)
-300gr. de uvas pasas

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes, salvo las uvas pasas, por el orden en que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado y cuando termine lo reiniciamos nuevamente hasta completar una hora de amasado. 

A continuación sacamos la masa a una superficie untada con aceite y dividimos la masa en dos partes, luego con un rodillo de cocina aplanamos primero una mitad de la masa y colocamos encima la mitad de las uvas pasar, enrollamos la masa sobre sí misma como si fuéramos a hacer un brazo de gitano, unimos ambos extremos y le damos forma de bollo, luego lo echamos en el molde que tendremos untado de mantequilla y enharinado, y procedemos de la misma manera con la otra parte de la masa y las uvas restantes. 

Luego esperamos a que la masa leve, hasta casi triplicar el volumen, después pintamos la superficie de los dos Panettones con huevo batido y llevamos al horno, previamente precalentado a 170º , durante 40 minutos aproximadamente, en la parte central del horno, con calor abajo los primeros 25 minutos y después calor arriba y abajo. 

Si vemos que se nos dora demasiado por arriba podemos taparlo con papel de aluminio y continuamos con la cocción hasta que esté listo.

Con las cantidades que os he puesto hice dos Panettones en moldes de 15cm. de diámetro.

A parte de uvas pasas se pueden utilizar otros ingredientes como frutas confitadas, frutos secos ó pepitas de chocolate, en mi caso sólo he utilizado uvas pasas porque me chiflan, en cambio ni la fruta confitada ni los frutos secos me agradan especialmente. 

Por otra parte he utilizado uvas pasas de Málaga, que están exquisitas pero tienen el inconveniente de que llevan pepita, y si no os gusta encontraros las pepitas en la boca utilizad pasas sultanas que también están muy ricas.

Cuando echéis la masa en los moldes para el proceso de levado, procurad que no sobrepase la mitad del molde, porque luego sube mucho y corremos el riesgo de que se desborde

Por último recordad que el secreto de este dulce está en un amasado largo y por supuesto en utilizar ingredientes de primerísima calidad, con eso y los consejos que os he dado el éxito es seguro, no lo dudéis.

Un abrazo

lunes, 30 de noviembre de 2015

Paella mixta


Para despedir noviembre, y antes de empezar con las recetas típicas de las fechas navideñas que ya están ahí  a la vuelta de la esquina, hoy os traigo una receta que en casa nos encanta, la paella.

En este caso se trata de una paella mixta, un plato  muy agradecido, que está riquísimo, y que por otra parte si seguís las indicaciones que os dejo, es una receta que no falla nunca. 

Ingredientes (para 4 personas):

-4 tazas de arroz
-750gr. de pollo cortado en trozos
-250gr. de calamares
-8 mejillones
-8 langostinos
-250gr. de berberechos
-1 pimiento morrón grande
-4 dientes de ajo
-1 tomate
-1 vaso de guisantes frescos o congelados
-aceite de oliva
-azafrán molido
-1 cucharada sopera de pulpa de pimiento choricero
-perejil picado

Para el caldo:
-2 carcasas de pollo (también le va muy bien un caldo de pescado, para ello en lugar de las carcasas de pollo, utilizad huesos de rape, morralla, espinas, colas de pescado...)
-1 zanahoria
-1 puerro
-1 rama de apio
-sal
-agua

Preparación:

En primer lugar preparamos el caldo de pollo, para ello ponemos una olla al fuego con agua y añadimos las carcasas de pollo, el puerro, la zanahoria, la rama de apio, y la sal. Dejamos que se cueza durante 1 hora  aproximadamente. Antes de apagarle el fuego rectificamos de sal y reservamos.

Aparte en una olla con un poquito de agua y una hoja de laurel abrimos los mejillones. Dejamos enfriar y retiramos la cocha de arriba, dejando solo la que está adherida a la carne del mejillón. Reservamos

Los berberechos los tenemos en agua con sal al menos durante 2 horas para que suelten la arena. Después escurrimos y lavamos bien bajo el grifo y reservamos.

Por otro lado colocamos la paella al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva y freímos en él los trozos de pollo previamente salpimentados. Cuando estén hechos los retiramos a una fuente y reservamos. 

A continuación añadimos los langostinos, dejamos que se hagan por un lado, y luego le damos la vuelta para que se hagan por el otro, y retiramos y reservamos. Después le toca el turno a  los calamares, los previamente limpiados y cortados en trozos, y  los echamos a la paella, cuando estén hechos retiramos también y  reservamos. 

Si fuera necesario echamos un poco más de aceite de oliva,  y  añadimos el pimiento morrón cortado en tiras, después de que haya estado unos minutos rehogándose y ya esté blandito, añadimos los ajos picados, seguimos rehogando un par de minutos removiendo para que no se quemen los ajos, y después añadimos el tomate previamente triturado.

Cuando el líquido del tomate se haya consumido, es el momento de echar la pulpa de pimientos choriceros, removemos de nuevo, y añadimos el pollo y los calamares que habíamos reservado. 

A continuación echamos 9 medidas de caldo de pescado previamente colado, y cuando levante el hervor añadimos los guisantes ( si son congelados, los descongeláis primero), y un poco de colorante alimentario para paella, o mejor aún, azafrán molido (si echáis azafrán en hebra, debéis de freírlo un poco en el aceite del sofrito antes de añadir el caldo, para que así suelte mejor su aroma)

Dejamos que hierva el caldo en la paella durante unos 10 ó 15  minutos para que los trozos de pollo se terminen de hacer, y después subimos el fuego al máximo, añadimos 4 medidas de arroz de grano redondo, si es arroz bomba mejor, pero nunca arroz de grano largo (usamos la misma medida que utilizamos para medir el caldo). 

Una vez añadido el caldo, echamos los berberechos y  dejamos cocer todo junto a fuego alto durante 5 minutos removiendo solo una vez al principio, y solo los justo para que no se pegue abajo, y luego bajamos el fuego y colocamos por encima los langostinos y los mejillones a modo de decoración, y dejamos cocer otros 15 minutos más, pero esta vez sin remover absolutamente nada porque sino el arroz suelta el almidón y no queda el grano suelto.

Transcurrido el tiempo de cocción, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos diez minutos antes de servir.

Espero que os haya gustado.

Hasta pronto. Saludos.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Boquerones fritos con cachelos



Hace unos días estaba en dudas sobre qué preparar para la comida del mediodía, y justo en ese momento vino el pescadero y fui a ver qué tenía (digo que vino el pescadero, porque vivo en el rural y tanto el pescadero como el panadero o el frutero tienen reparto a domicilio por esta zona) 

Al final me decanté por unos boquerones por varias razones: son fáciles de limpiar, rápidos de preparar, no dan problemas con las espinas, y están exquisitos.

En esta ocasión los acompañé de cachelos (en Galicia, al menos en mi zona, le llamamos cachelos a las patatas cocidas con la piel) y de tomates a la plancha.

Os dejo la receta, que si bien no tiene ninguna dificultad y seguro que ya conocéis, a mí me apetece tenerla en el blog porque quiero que éste sea ante todo un archivo en el que guardar todas mis recetas.

Ingredientes (para 4 personas):

-1kg. de boquerones
-4 patatas grandes
-2 tomates
-1 cebolla
-harina para rebozar el pescado
-aceite de oliva
-sal

Preparación:

Primero lavamos bien las patatas bajo el grifo porque las vamos a cocer sin retirarles la piel. Después las cortamos en rodajas gruesas, las echamos en una olla, añadimos una cebolla cortada por la mitad, salamos, cubrimos de agua y ponemos al fuego.

Aparte limpiamos bien el pescado retirándole las vísceras, luego lo lavamos en agua fría, lo escurrimos bien, lo salamos y reservamos. 
 
Después ponemos al fuego dos sartenes, y en una cubrimos el fondo con aceite de oliva, cuando esté caliente vamos rebozando el pescado en harina y echándolo en la sartén dándole la vuelta para que se fría por los dos lados, y luego lo pasamos a una fuente sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. 

En la otra sartén ponemos solo unas gotas de aceite de oliva y echamos los tomates cortados en rodajas gruesas. Pasados unos minutos les damos la vuelta para que se hagan por ambos lados, y los pasamos a una fuente de servir y salamos en el último momento.

Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos, y en caliente rociamos con un buen aceite de oliva. Por último solo nos queda emplatar, colocando por un lado los boquerones con los cachelos, y los tomates los presentamos en una fuente aparte para que quien quiera se sirva.

Como veis, una receta muy sencilla de preparar, que resuelve una comida sin gastar apenas dinero, algo que siempre es de agradecer. Espero que os haya gustado.

Un saludo.

martes, 17 de noviembre de 2015

Sopa Castellana


La sopa castellana es uno de esos platos tradicionales que se van transmitiendo de generación en generación. Es sencillísima de preparar y sienta muy bien al cuerpo en un frío día de invierno, o después de un día de excesos gastronómicos. Por otra parte utiliza ingredientes muy sencillos que siempre tenemos por casa, y otra ventaja es que nos sirve para aprovechar los restos de pan del día anterior.

Este plato tiene años de historia, y origen humilde, pues al parecer surgió en tierras zamoranas, en época de escasez de alimentos, en los que la clase trabajadora no tenía nada que echar a la olla más que pan sobrante, duro como una piedra y ajos, y así haciendo de la necesidad virtud, surgió un plato que ha ido evolucionando hasta el día de hoy, que se ha enriquecido con la incorporación de otros ingredientes como los huevos, el jamón y/o el chorizo, convirtiéndolo así en un plato mucho más completo, pero sigue siendo en esencia, un plato humilde, como lo fue en sus orígenes.

Vamos ya  con la receta.

Ingredientes (para 4 personas):

-180gr. de pan de candeal (pan de Castilla) preferiblemente
-100gr. de jamón curado en taquitos
-1 chorizo en taquitos
-4 huevos de gallina
-12 dientes de ajo (1 cabeza grande ó 2 pequeñas)
-1 cucharadita de pimentón dulce
-2 litros de caldo de ave o de jamón
-aceite de oliva virgen extra

Para el caldo:
-2 carcasas de pollo si es un caldo de ave ó 1 codillo de jamón curado si es caldo de jamón
-2 puerros
-2 zanahorias
-1 rama de apio
-sal

Preparación:

Primero tenemos que hacer el caldo, para ello cocemos las carcasas de  pollo o el codillo de jamón, los puerros y las zanahorias y la rama de apio en abundante agua,  luego con una cuchara sacamos la grasa que tenga en la superficie, lo pasamos por un colador y reservamos.

A parte, cubrimos el fondo de una olla con aceite de oliva y echamos los dientes de ajo laminados, pasados un par de minutos añadimos el jamón y el chorizo cortado en daditos y rehogamos todo junto, luego apartamos del fuego para que baje un poco la temperatura del aceite para añadir  el pimentón y que éste no se queme. 

Cuando se haya disuelto el pimentón en el aceite, llevamos de nuevo al fuego, añadimos el pan cortado en trozos, rehogamos un poco el pan en el aceite, y acto seguido añadimos el caldo que teníamos reservado. Cuando empiece a hervir, salamos al gusto y luego escalfamos en la sopa 4 huevos (1 por persona), tapamos y pasados unos minutos, cuando el huevo esté cuajado, apartamos del fuego y dejamos reposar. Servimos en caliente.

Se puede utilizar agua en vez de caldo, es más rápido, pero yo os recomiendo el caldo, porque le da más sustancia al plato, y bien desgrasado no tiene por qué añadir calorías.  Si no disponemos de tiempo para hacer el caldo, podemos hacerlo el día anterior, y sino también existe la posibilidad de utilizar los caldos de los que venden en brick, en cambio las famosas pastillas de caldo no os las recomiendo porque no son nada sana.

El pan, conviene que sea pan candeal conocido también por esta zona como pan de Castilla, pero si tenéis dificultad para adquirirlo, serviría también una barra de pan. En cuanto a la cantidad que se utiliza, yo he usado aproximadamente 180gr. pero aquí va un poco por gustos, hay a quien le gusta la sopa más suelta, y a quien le gusta más espesita, por lo tanto la cantidad de pan que os indico es orientativa

Y nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta, y si es así, os animo a ponerla en práctica, porque es muy fácil y está muy rica.

Un saludo y hasta la próxima.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Dulce de membrillo


Hoy vuelvo de nuevo con una receta dulce y muy otoñal: el dulce de membrillo.

Realmente tengo que reconocer que aunque prefiero la primavera y el verano, el otoño también tiene sus encantos, pues aunque llega el frío y la lluvia, y la vegetación se apaga, al otoño no le falta colorido, ya que los tonos verdes de la primavera, dan paso a una amplia gama de tonalidades pardas, ocres y rojizas, que tiñen de color el paisaje y le otorgan un encanto especial.

Aparte de paisajes evocadores, el otoño nos trae también otros regalos muy apetecibles como las setas, las castañas, o el mismo membrillo, del que versa la entrada de hoy.

El membrillo es un fruto muy aromático, pero muy astringente y duro, por lo que no se puede comer crudo, pero preparado como os muestro a continuación, es una autentica delicia. Vamos con ello.

Ingredientes:

-1kg. de membrillos (pelados y limpios)
-800gr. de azúcar
-zumo de 1 limón

Preparación:

Lo primero es lavar los membrillos y quitarles esa vellosidad aterciopelada que los recubre. Luego se pelan y se corta cada membrillo  en 4 trozos, y se les saca el corazón y las pepitas.

Después los echamos en una olla, los cubrimos con agua fría, y los llevamos al fuego, donde los dejaremos hervir hasta que estén cocidos. En ese momento los retiramos del fuego, los colamos y los dejamos enfriar.

El siguiente paso es pesarlos, y los ponemos en  una  olla, añadiendo además 800gr. de azúcar por cada kilo de membrillos, y el zumo de un limón. Ponemos de nuevo a fuego bajo, y removiendo con frecuencia, para evitar que se peguen al fondo. Dejamos al fuego durante una hora pasada, hasta que veamos que el membrillo adquiere un color rojizo y que ha espesado. En ese momento, pasamos la batidora, trituramos bien todo, y cuando haya perdido algo de calor lo metemos en tuppers untados con un poco de aceite de girasol para que luego desmolde con más facilidad.

Para asegurarnos de que el membrillo va a cuajar, y no lo retiramos del fuego antes de tiempo, basta con poner un plato o fuente en el congelador, luego lo sacamos y echamos en él una cucharadita del membrillo que tenemos en la olla, si vemos que se endurece es señal de que está listo.

Es importante también dejar los tuppers abiertos durante 2 ó 3 días, porque el membrillo se seguirá secando durante las horas siguientes a su elaboración. Después ya podemos cerrar los tuppers y guardarlos en el frigorífico donde se conservan durante un año sin problemas, pero si no queréis ocupar espacio en el frigorífico, también los podéis guardar en el congelador, donde se conservarán aun mucho más tiempo.

Últimamente yo lo que hago, es envasar el membrillo en un tupper grande, y luego al pasar  2 ó 3 días de meterlo en el tupper, lo corto en porciones, y lo meto en bolsas para envasar al vacío, y después esas bolsas las guardo en el congelador y voy cogiendo a medida que necesito.

Hay gente que ya tritura el membrillo en el momento de añadir el azúcar, pero yo prefiero esperar al final, cuando ya está cocido y se apaga el fuego, porque así no salpica.

Nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta. Con ese deseo me despido hasta el próximo día.

Un beso.

martes, 13 de octubre de 2015

Crema de verduras


Casi sin darnos cuenta, ya estamos inmersos en pleno otoño, y con la bajada de temperaturas apetecen platos de cuchara, como el que hoy os presento: una crema de verduras, que aparte de estar riquísima, es muy sana, porque aporta muchos nutrientes y apenas contiene grasas, con lo cual las personas que están haciendo dieta, pueden disfrutar de un plato verdaderamente apetitoso.

Es también muy apropiada para los niños, que por lo general, no suele gustarles la verdura, y así camuflada es más fácil que se animen. También es ideal para personas mayores, que tienen más problemas para masticar, pero en general es apropiada para todos, porque como dije está riquísima.

Os animo a que la preparéis, porque todo son ventajas, y como podéis comprobar a continuación, es súper sencilla de elaborar. Vamos con ello.

Ingredientes:

-4 puerros
-4 patatas medianas
-3 calabacines medianos
-1 cebolla
-3 zanahorias
-1 tomate
-2 muslos de pollo
-1 ajo

Preparación:

Colocamos una olla al fuego, cubrimos el fondo con aceite de oliva, y echamos los puerros, las zanahorias, la cebolla y el ajo picados. 

Removemos de vez en cuando, y pasados unos minutos echamos los calabacines y el tomate troceados, rehogamos todo junto unos minutos más y luego añadimos los muslos de pollo y las patatas cortadas en dados, cubrimos todo con agua fría, salamos y dejamos hervir hasta que esté la carne de pollo cocida. 

Luego sacamos la carne a un plato, reservamos y con la batidora trituramos la verdura.

Después retiramos la piel y el hueso del pollo, y la carne la picamos y la añadimos a la olla. Ponemos de nuevo al fuego hasta que levante el hervor, y ya está lista la crema para llevar a la mesa y servir.

Esta receta yo no la preparo siempre con los mismos ingredientes, en esta ocasión utilicé los que he descrito, pero depende un poco de lo que tenga a mano. Lo que nunca debe faltar para que esté igual de rica es el puerro, la patata, el calabacín y el pollo, todo lo demás aunque falte algún ingrediente, o añadamos otros que no figuran en la lista, no influye demasiado en el resultado final.

En cuanto a las cantidades, son orientativas, se puede utilizar más de un ingrediente y menos de otro, sin que eso afecte tampoco al resultado. Y hablando de cantidades, con las que yo utilicé da para unas ocho raciones, lo que ocurre es que yo la guardo en un tupper en el frigorífico, y así tengo crema para dos ó tres días, que con lo rica que está nunca aburre.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Saludos

lunes, 5 de octubre de 2015

Flan de coco


Hoy vengo con un postre facilísimo que utiliza como ingrediente protagonista el coco, el cual unos, entre los que me encuentro, adoran y otros en cambio detestan. Quizás sea por su sabor tan pronunciado, pero el caso es que con el coco no suele haber término medio.

Sin embargo en esta receta, solo uso el coco rallado para la decoración final una vez desmoldado, porque para elaborar el flan he utilizado leche de coco, la cual le otorga un sabor más suave y sutil, así que os animo a todos a que lo prepararéis. Os dejo ya con la receta.

Ingredientes:

-450gr. de leche condensada
-400ml. de leche de coco
-300ml. de leche entera
-6 huevos
-coco rallado (para la decoración final)
-50 gr. de azúcar (para el caramelo)

Preparación:

La preparación, como la de cualquier otro flan, es muy sencilla. Lo primero es batir los huevos en un cuenco, seguidamente incorporamos la leche de coco, la leche entera y la leche condensada y batimos bien hasta que quede una mezcla homogénea, y reservamos.

A continuación precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Luego, hacemos el caramelo, y para ello ponemos al fuego el azúcar con unas gotas de agua, y con cuidado de no quemarnos, vamos removiendo hasta que se forme el caramelo, y lo echamos en el molde o flaneras individuales que vayamos a utilizar, cubriendo bien la base y los laterales.

Posteriormente echamos la mezcla de huevos y llevamos al horno, al baño María, durante unos 45minutos, hasta que veamos que está hecho. Para comprobarlo pinchamos con un palillo y si éste sale limpio es que ya está listo para sacarlo del horno.

Si durante la cocción, se dorara demasiado por la parte de arriba, colocamos encima del flan un trozo de papel de aluminio, y continuamos con la cocción hasta que esté cuajado. Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar, y lo llevamos al frigorífico cubierto con papel film hasta el momento de servir, cuando lo desmoldamos y decoramos con coco rallado.

Mirad qué pinta tan deliciosa tiene


Pues esto ha sido todo por hoy. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces que seáis muy felices. 

Un saludo.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Ensaladilla rusa




Haciendo memoria, la primera ensaladilla que recuerdo haber comido fue el día de mi Primera Comunión. Supongo que ya la había comido antes, pero no sé por qué recuerdo la de ese día, en cambio del resto del menú no me acuerdo, sólo sé que había ensaladilla.

Era un 15 de junio de principios de la década de los 80, hacía muy buen tiempo ese día, y vinieron a comer a casa todos mis tíos con sus respectivas familias. Con el dinero de los regalos que recibí, mis padres me amueblaron el dormitorio.

Tengo recuerdos muy bonitos del día de mi Primera Comunión, y algún que otro no tan bonito, pues la noche anterior me cayó un diente, y luego en la sesión de fotos estaba muy seria, supongo que por indicación de mis padres, jeje...

Con el tiempo no puedo evitar que la nostalgia y la melancolía me invadan recordando todo esto, porque muchas de las personas que me acompañaron aquel día ya no están, como mis abuelos, por ejemplo ,si bien la pérdida más dolorosa ha sido la de mi padre, aunque desde allá arriba me da fuerzas para afrontar los obstáculos que se van presentando, y sobre todo para cuidar de mi madre que sufre demencia. Gracias papá, por tu ejemplo y ayuda, y gracias mamá, por todas las sonrisas que me regalas a diario.

Bueno, después de este viaje por los recuerdos, vamos ya con la receta, para ser exactos, con mi receta de ensaladilla rusa.

Ingredientes:

-600 gr. de patatas
-4 zanahorias
-200 gr. de guisantes
-200 gr. de judías verdes
-300 gr. de atún en conserva (peso escurrido)
-1 bote de aceitunas verdes
-3 huevos enteros
-1 tomate
-1/2 cebolla grande ó 1 pequeña
-12 palitos de cangrejo o surimi
-3 pimientos morrones o del piquillo en conserva
-mayonesa

Ingredientes de la mayonesa:
-2 yemas de huevo
-250ml de aceite de oliva
-un chorro de vinagre de vino
-sal

Preparación:

Lo primero es cocer en abundante agua con sal las patatas, las zanahorias, los guisantes y las judías. Cuando estén cocidos los escurrimos y los dejamos enfriar, y luego cortamos las patatas en dados, las judías en trozos pequeños, y las zanahorias en rodajas, y echamos todo en un bol. 

En un recipiente aparte, cocemos los tres huevos, los dejamos enfriar, los picamos y los añadimos al bol. Echamos también las aceitunas y el atún escurrido, y los palitos de cangrejo, los pimientos morrones, el tomate, y la cebolla todo ello bien picado. 

Después si optamos por hacer la mayonesa en casa, echamos en el vaso de la batidora las yemas de huevo, el aceite de oliva, una pizca de sal y un chorro de vinagre. Metemos el brazo de la batidora hasta el fondo del vaso, y batimos sin moverlo hasta que veamos que empieza a emulsionar, entonces movemos arriba y abajo para que termine de hacerse. Probamos y rectificamos de sal si es necesario, y la añadimos al bol, e incorporamos bien con el resto de ingredientes.

Finalmente pasamos la ensaladilla a una fuente de servir y adornamos al gusto, y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de llevarla a la mesa.

Y esto es todo, después viene lo mejor, disfrutarla,  y si es con amigos o familiares sentados a la mesa, y en un día caluroso de verano, sabe mejor todavía, aunque con la compañía adecuado lo de menos es el menú.

Un beso y hasta pronto.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Detalles para invitados 2015


La entrada de hoy va dedicada a Mencía, cuya llegada a este mundo en enero del año pasado, ha llenado de vida y alegría la pequeña aldea en la que vivo. Espero que algún día, en la edad adulta, lea esto, y que comprenda que lo hice por y para ella, con todo el cariño del mundo.

Todo empezó, porque como sabéis en celebraciones especiales tales como bodas, bautizos, comuniones, etc. es costumbre entregar a los invitados un obsequio a modo de recordatorio y como agradecimiento por su asistencia. Hace años lo habitual era regalar alguna “figurita” o alguna foto enmarcada en un cuadro, los cuales irremediablemente iban a parar al mueble de la sala, y allí permanecían durante años, aunque fuera un tanto a disgusto, porque nos daba pena deshacernos de ellos, de manera que el salón de casa terminaba pareciéndose a un museo a pequeña escala.

De un tiempo a esta parte, hubo un cambio de tendencia, y ahora los anfitriones suelen regalar a sus invitados pequeños objetos que aunque no tengan gran valor, por lo menos tienen una utilidad. Estos objetos pueden ser muy variados: llaveros, sacacorchos, abanicos, bolígrafos, etc.

Aparte de pequeños objetos, también se ha puesto de moda, regalar envases en miniatura con licores o alimentos, como por ejemplo, mermeladas, miel, patés, bombones..., de manera que como a mí me gusta mucho hacer conservas caseras, un buen día se me ocurrió que era una buena idea hacer mermelada en casa y envasarla en pequeños botes, para el bautizo de Mencía.

Como me gustó el resultado, y me divertí muchísimo, tanto haciendo la mermelada como decorando los botes, meses más tarde repetí la experiencia, otra vez con motivo de un bautizo, en esta ocasión de Antón, el hijo de unos primos. 

Os muestro unas fotos que hice a ver si os gusta el resultado, y de paso si tenéis alguna celebración de este tipo a las puertas, igual podéis sacar ideas y elaborar vosotros mismos este tipo de productos en casa, dándole así un toque más personal.

Espero que os gusten.

Detalles entregados en el bautizo de Mencía (izq.) y Antón (dcha.)

Detalles para el bautizo de Antón

Detalles para el bautizo de Mencía

Chuches personalizados para el bautizo de Mencía